Se dice que no debes irle a nadie con cuentos porque ya saben de historias, pero no te dicen que no le vayas con historias, cuando saben de leyendas.
Que se dicen de estas? Pues que son narraciones populares que cuentan un hecho real o fabuloso adornado con elementos fantásticos o maravillosos, que en su origen se trasmite de forma oral.
La que os pienso contar no está adornada, no es maravillosa, pero si real, aunque no sea trasmitida de forma oral, será escrita y no por ella menos valiosa o con menos importancia.
Cuenta la leyenda que hace años algo pequeño vino al mundo para crecer en el, aprender y fortalecerse de las cosas de la vida. Que los años pasaban y adquiría conocimientos de toda clase, algo llamado sentimientos y emociones. Experimentó tanto buenos como malos, descubrió que con curvar sus labios hacia arriba le gustaba mucho y el suave sonido que emergía de su garganta acompañaba.
Que cuando de sus ojos brotaban lagrimas un sentimiento triste era porque la agonía de algo malo la embargaba y eso no le gustaba nada. El paso del tiempo le hizo ver y reconocer, que en esta vida si no eres fuerte, si no luchas por aquello que realmente quieres o consigues saltar los obstáculos que en ella hay, quizás no te habrás esforzado lo suficiente.
Conoció la soledad cuando más compañía necesitaba, la amistad cuando menos la esperaba, la cual acogió con los brazos abiertos, la tristeza la consumió cuando creyó que ya nada tenia sentido, la falsedad cuando creía en las personas equivocadas, la traición de quien no creía posible, la rabia de nunca poder expresar o gritar palabras que la corroían por dentro hasta hundirla. El dolor inmenso de perder aquello que la acompañó media vida, pero sobre todo el sentirse privada de ser una misma, tener que cambiar por situaciones que realmente no valían la pena y la sobrepasaron.
Indignación por no creer en ella y dejar con ello atrás todo lo aprendido, esa fortaleza con cada caída, la decisión por haber escogido el camino que creía correcto y pasó que como persona que era, se equivocó, ¿Pero quien no? A eso lo llamaron errar y aprender para no volver a caer, si, aprendió a amar, un sentimiento muy puro, el verdadero y nada más y nada menos que a 5 personitas (sobrinos).
Aprendió a ser libre a poder serlo sin restricciones, ni control a volver a curvar la boca en una de las mejores sonrisas. A que no importa los limites, que sueños tengas, que metas quieras alcanzar, con solo creer en ellas es más que suficiente pero no olvidéis algo esencial, la creencia en ti, que tu quieres y puedes.
Piérdete en esa nada pero pensando en todo, que tu esfuerzo de hoy te lleve a lo que quieras ser mañana, que los sueños no se abandonan y no hay un NO en lo que quieras hacer.
Yo soy esta Leyenda y te animo desde aquí, desde lo más profundo de mi corazón a que seas valiente y construyas tu propia leyenda, porque eso nadie, nunca, jamás, te lo podrán quitar, siempre te pertenecerá.
